La Universidad Católica de Ávila se ha ayudado de la Inteligencia Artificial para la realización de los exámenes on-line. Se trata de un programa llamado Smowl, que “registra todos los movimientos, la luz de la habitación, ruidos, movimientos en el teclado…”. Los estudiantes deben tener dos cámaras que registran frontal y lateralmente al estudiante con la intención de evitar que haya trampas. Sin embargo, esto ha provocado malas sensaciones en parte del alumnado, ya que, a la mínima sospecha, se considera el examen suspenso y pierden la convocatoria. La universidad ha dado la posibilidad de realizar un examen presencial cómo solución, pero esto no es una opción para los alumnos no presenciales.