Sam Altman hizo una comparación entre los modelos de IA y el cerebro humano. Al comparar GPT con el cerebro humano, el directivo afirmó que existe un sentido de misterio detrás de su funcionalidad. Al igual que los cerebros humanos, la tecnología de IA generativa como GPT crea nuevo contenido basado en conjuntos de datos existentes y, supuestamente, puede aprender con el tiempo. Si bien GPT no tiene inteligencia emocional ni conciencia humana, puede ser difícil entender cómo los algoritmos (y el cerebro humano) llegan a las conclusiones que generan. Finalmente, agregó que la compañía ha comenzado recientemente a entrenar su próximo modelo de frontera y anticipan que los sistemas resultantes llevarán al siguiente nivel de capacidades en nuestro camino hacia la AGI (inteligencia artificial general).