El sector energético se vuelve estratégico debido a la dependencia y el impacto geopolítico. La Inteligencia Artificial (IA) promete optimizar la producción y eficiencia energética. Las empresas energéticas buscan liderar en IA para lograr la descarbonización y eficiencia. La IA ayuda a predecir la producción, equilibrar oferta y demanda, anticipar fallos y mejorar la eficiencia hasta un 40%. Las redes inteligentes distribuidas acercan la producción a usuarios y fomentan la sostenibilidad. La IA anticipa la demanda eléctrica y mejora la precisión en la energía renovable. Grandes empresas energéticas españolas invierten en IA para revolucionar el modelo de trabajo y mejorar la productividad. Ejemplos muestran cómo la IA acorta tiempos y aumenta la eficiencia. La IA es clave para un futuro energético sostenible.