La disponibilidad de chatbots como ChatGPT-4 llevó a la prohibición de la tecnología en la educación, ya que los estudiantes la usaban para hacer trampas en exámenes y tareas. Sin embargo, algunos creen que estos modelos pueden tener un papel educativo positivo si se utilizan de manera responsable. Pueden ayudar a los estudiantes a mejorar sus habilidades de escritura y pensamiento crítico, pero se necesita cuidado para asegurar que se utilicen correctamente. La tecnología también plantea desafíos, como la tentación de copiar respuestas y la falta de transparencia en su funcionamiento. La educación asistida por IA podría cambiar las normas educativas y requerir que los educadores se centren en competencias fundamentales. Se necesita un enfoque equilibrado para aprovechar al máximo estas herramientas y abordar los desafíos que plantean.