Las acciones relacionadas con la Inteligencia Artificial ofrecen una rentabilidad bastante alta, lo que provoca que algunos inversores se pregunten si pasará como con la burbuja de las puntocom a finales de los ’90. El hecho de que la relación entre el precio y las ganancias en acción, conocido como PER a futuro, sea alto es un indicador de optimismo y confianza respecto al crecimiento de los beneficios. La IA se divide en dos áreas de oportunidades potenciales, la IA 1.0, la infraestructura que sustenta la IA como la capacidad de la nube, y la IA 2.0, los adoptantes, industrias que tendrán un cambio significativo a través de la IA como el servicio al cliente o la atención médica.