El futuro tecnológico relativo al aprendizaje automático se puede inclinar por dos opciones. La primera opción se situaría en que el progreso tecnológico se utilice para los trabajos menos cualificados, sirviéndose de los modelos de lenguaje como ChatGPT para generar textos, por lo que podrían sustituir a abogados o auditores. Una segunda opción sería que ayuden en los trabajos de más alta cualificación, es decir, que, dentro del grupo de trabajadores cognitivos, este cambio tecnológico beneficiaría a los realmente buenos, ya que incrementará su productividad. El ajuste de los mercados es a menudo lento y se mueve a trompicones, pero termina ajustándose. Por ello no debe asustarnos que desaparezca el empleo.