Las aplicaciones de la IA no se pueden observar a simple vista, esto hace que sea difícil de medir su difusión y de calcular su repercusión en la economía. Este tipo de tecnología es conocida como tecnología de propósito general (TPG); se trata de un conjunto de aplicaciones que tienen el potencial de cambiar la producción a nivel mundial, de las que se obtiene un mayor beneficio cuando se utilizan en conjunto y se tarda más en ver dichos beneficios. El desarrollo y la difusión de este tipo de tecnología siguen unos patrones comunes, esto nos permite entender lo que ocurrirá en el futuro, observando el pasado.