El pasado 13 de marzo el Parlamento Europeo avaló la normativa para regular la Inteligencia Artificial, por una gran mayoría, 523 votos a favor, 46 en contra y 49 abstenciones; en las próximas semanas se aprobará de forma definitiva, aunque no entrará en vigor hasta 2026. Se centra en aspectos relacionados con los derechos fundamentales, la democracia o el Estado de derecho, sin olvidar la sostenibilidad ambiental. Con esta normativa se da respuesta a las advertencias lanzadas por los propios creadores de estas herramientas, como Sam Altman, además de adelantar a otros países, sobre todo a Estados Unidos en la regularización de esta tecnología.